EDIFICIO PLAZA DE LAS ARTS. BARCELONA

Proyectado a partir de las previsiones del planeamiento urbanístico del sector Glòries-Meridiana Sur, que redactamos en 2005, este edificio concentra la totalidad del techo asignado a la manzana en uno de sus frentes, hecho que libera el resto del suelo para urbanizarlo como zona verde pública. Este nuevo espacio libre se integra tanto en la plaza de las Arts —donde se confrontan el Auditori de Barcelona y el Teatro Nacional de Cataluña—, como en el futuro corredor verde que, a través de la reurbanización de la avenida Meridiana, tiene que vincular los parques de la Ciutadella y de la Estació del Nord con la plaza de las Glòries. El edificio se plantea como un bloque lineal de planta rectangular, macizo y compacto, dividido en dos secciones de planta baja y ocho pisos, y planta baja y once pisos, respectivamente. Se organiza a partir de un eje longitudinal, con viviendas a los dos lados orientadas a norte-este y sur-oeste, que tienen terrazas corridas a lo largo de toda la fachada. Todas las viviendas tienen terrazas de dimensiones razonables, orientadas alternativamente a la calle o al nuevo parque urbano. Se refuerza la dotación de espacios exteriores con el tratamiento comunitario de la cubierta de la sección del edificio de menos altura, donde hay una zona de solárium y una piscina. La planta baja se proyecta porticada y abierta: solo se materializan los vestíbulos de acceso a las tres escaleras que organizan el conjunto. Se configura, así, un espacio permeable a las circulaciones entre el entramado de calles de este sector del distrito del 22@ y la nueva plaza que se propone: un espacio que teje complicidades entre lo público y lo privado, y que refuerza sus respectivas cualidades.         Las fachadas se caracterizan por la continuidad de las trazas horizontales que corresponden a los cantos de las terrazas voladas, que se revisten en pisos alternos con piezas de cerámicas blancas y rojas. La proporción que deriva del doble orden de alturas que se obtiene responde a la percepción del edificio desde múltiples puntos de vista notablemente distantes. El edificio se ha diseñado respondiendo a parámetros de sostenibilidad y ahorro energético, y ha conseguido la calificación energética A.