MANZANA GLÒRIES. BARCELONA

Glòries: ni una plaza clásica ni un parque metropolitano, un espacio sensible tan subjetivo como el concepto mismo de espacio público. Un vacío urbano destinado al tráfico y a la relación de los ciudadanos. Solo un flujo abierto de comunicación, de intercambio social y de actividad garantizará que este espacio llegue a tener una pulsación propia.

 

Así como las periferias generan y alimentan los centros, los bordes de un vacío urbano propician su viabilidad. Contrariamente al concepto de plaza, definida centrífugamente a partir de la conformación de su perímetro, materializado en alineaciones y fachadas, el vacío urbano es el espacio expectante a cuyo alrededor la ciudad ha crecido centrípetamente según sus propias leyes. Los límites del crecimiento de este tejido urbano consolidado constituyen los bordes del vacío: un límite formado por las partes traseras de una ciudad que, de este modo, niega al vacío cualquier valor de urbanidad.

 

La intervención sobre los bordes del vacío urbano implica el reconocimiento de su condición de membrana permeable, osmótica, capaz de producir las interconexiones necesarias de los flujos de actividad y de circulación. Físicamente, para identificar el borde, es tan importante la materialización de volúmenes edificados como la percepción de espacios intersticiales, conductos capilares de transición entre la cara a veces poco amable del tejido urbano consolidado y el espacio vacío reinventado como un lugar de convivencia y promiscuidad de usos.

 

La semimanzana objeto de concurso se concibe como parte de este borde, teniendo en cuenta su condición fragmentaria y permeable. El techo se concentra en cuatro edificios que materializan las esquinas i producen un espacio central y un sistema cruzado de circulación de peatones que se integra en la membrana de transición hacia el espacio público. Edificios construidos dentro del espacio público o espacio público que se extiende en los intersticios de la edificación; sea como sea, un espacio complejo no especializado que se singulariza cuando consigue un rol fronterizo.

 

Los cuatro edificios propuestos, con alturas que responden tanto a las previsiones del planeamiento como a la oportunidad derivada de su posición, se vinculan dos a dos con brazos de menor altura que restituyen la continuidad de las fachadas desde visiones cercanas y mantienen la condición de permeabilidad de las plantas bajas, porticadas.

 

Los edificios se proyectan formados por una banda perimetral cerrada de 7,40 metros de profundidad, correspondiente a una crujía estructural, con corredor interior de distribución en voladizo alrededor de un patio central. El planeamiento que se redacte tendrá que reconocer la condición de no computables a los patios, que, aunque cumplan con las dimensiones que se establecen para los patios de ventilación, no iluminen ni ventilen dependencias principales. Las viviendas que se encajan, distribuidas con dos y tres dormitorios, orientan sus dependencias principales a fachada, abiertas al exterior o al espacio libre interior entre edificios.

 

Las viviendas así distribuidas presentan una doble flexibilidad de uso: la posibilidad de modificar, flexibilizar o comunicar las dependencias principales entre ellas y la de reorganizar la utilización de la zona interior de servicios, ya que las viviendas de tres dormitorios disponen de un espacio adicional de uso inespecífico que se puede utilizar como segundo baño, como lavadero o como trastero.

 

Los patios centrales abiertos con accesos porticados en planta baja facilitan la convección de aire, que garantiza la correcta ventilación transversal de las viviendas. La ejecución de fachadas ventiladas y de cubiertas ajardinadas y accesibles desde todos los cuerpos edificados con acceso desde un nivel de viviendas —o bien desde una cubierta flotante en el edificio de más altura—, garantizará las condiciones adecuadas de aislamiento térmico.

 

Por otro lado, la proximidad a la central generadora existente y a la red ejecutada aconseja la conexión con el servicio urbano de distribución de frío y calor Districlima, que garantizará la utilización de energía de origen renovable.

Proyecto: Adolf Martínez / Josep Lluís Sisternas, arquitectos MSA+A

Colaboradores: Lara Ferrer, Gemma Paone, Vivian Rodríguez, arquitectas MSA+A

Promotor: Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona

Superficie construida: 30.000 m²

Cronología: 2016